El profeta Zacarías predijo que en el tiempo del fin habría personas de todas las naciones que se unirían agradecidas al resto del Israel espiritual. Escribió: “En aquellos días sucederá que diez hombres de todos los lenguajes de las naciones asirán [...] la falda de un hombre que sea judío, y dirán: ‘Ciertamente iremos con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes’” (
Zac. 8:23). En
Salmo 45:12se llama a los “diez hombres” simbólicos “la hija de Tiro” y “los ricos del pueblo”. Ellos acuden al resto ungido ofreciéndole su apoyo y buscando su ayuda para servir a Jehová. Desde 1935, millones de personas han permitido que los miembros del resto ungido las “traigan [...] a la justicia” (
Dan. 12:3). Los compañeros leales de los cristianos ungidos han limpiado su vida, de modo que han llegado a ser vírgenes en sentido espiritual. Estas “vírgenes” que acompañan a los ungidos se han dedicado a Jehová y han permanecido fieles al Rey Jesucristo, el Novio (
Sal. 45:14).
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